¿Qué es apostasía?
El término apostasía viene del
término griego apostasía ("ἀποστασία") que significa ‘salida’,
‘defección’, ‘revuelta’ o ‘rebelión’. Ha sido descrita como una salida
plenamente consciente o una rebelión contra el mensaje del cristianismo o el rechazo
a Cristo por parte de alguien que ha sido cristiano. La apostasía es
la que describe a aquella persona que ha abandonado voluntaria y
conscientemente su fe en Dios y concretamente en Jesucristo.
La doble moral de los lideres de la Watch Tower se puede ver en el
artículo que aparece en la ¡Despertad! Del 22 de junio de 2000 página 6,
con el tema La manipulación de la información bajo el
subtema: Las descalificaciones dice: “Hay quienes denigran a
sus adversarios ideológicos; para ello suscitan dudas sobre su reputación o sus
motivos, en vez de atenerse a la realidad. De este modo le colocan a la
persona, agrupación o idea una etiqueta negativa y fácil de recordar. Los que
recurren a las descalificaciones esperan que estas tengan aceptación. La
estrategia funciona si logra que el público rechace a ciertos ciudadanos o
conceptos por la simple etiqueta, sin evaluar los hechos por sí mismos.”
Los textos a continuación es solo una muestra de las muchas citas que
aparecen en la Biblia sobre la verdadera apostasía.
Éxodo 20:3-5 (TNM) 3 No debes tener
otros dioses contra mi rostro. 4 ”No debes hacerte
una imagen tallada ni una forma parecida a cosa alguna que esté en los cielos
arriba o que esté en la tierra debajo o que esté en las aguas debajo de la
tierra. 5 No debes inclinarte ante ellas ni ser
inducido a servirlas, porque yo Jehová tu Dios soy un Dios que exige devoción
exclusiva, que trae castigo por el error de padres sobre hijos, sobre la
tercera generación y sobre la cuarta generación, en el caso de los que me odian;
Deuteronomio 7:3, 4 (TNM) 3 Y
no debes formar ninguna alianza matrimonial con ellas. No debes dar tu hija al hijo
de él, ni debes tomar su hija para tu hijo. 4 Porque
él apartará a tu hijo de seguirme, y ellos ciertamente servirán a otros dioses;
y la cólera de Jehová realmente se encenderá contra ustedes, y él ciertamente
te aniquilará de prisa. . .
2 Timoteo 2:16-18 (TNM) 16 Mas
evita las vanas palabrerías que violan lo que es santo; porque ellos avanzarán
a más y más impiedad, 17 y su palabra se esparcirá como gangrena. Himeneo
y Fileto son de ese grupo. 18 Estos mismos se han desviado de la verdad,
diciendo que la resurrección ya ha sucedido; y están subvirtiendo la fe de
algunos. . .
TRATOS DE JEHOVÁ, CRISTO Y LOS APÓSTOLES CON “APÓSTATAS”.
El en los capítulos 1 y de Job presenta a Jehová hablando y enzarzado en
una disputa con Satanás, el primero y el más grande de los apóstatas (Job
1:6-9; Job 2:1-4). Sin embargo la Sociedad WT rechaza afrontar
cualquier reto que pueda plantear la evidencia al confrontar sus alegaciones
con lo que exigiera una simple discusión abierta, sin necesidad de intenso
ataque. Además, Jehová enviaba constantemente a sus profetas a quienes él mismo
consideraba como una nación apóstata, hijos rebeldes. (Isaías 10: 6; Jeremías
3: 12-14; Romanos 10:21).
Dios no perdonó el extravío de Israel, ni minimizó sus pecados, pero se
mostró dispuesto a enderezar los asuntos con ellos, a pleitear con ellos,
incluso a entablar controversia con ellos, a fin de poner de manifiesto su
error y llevar a cabo su recuperación. (Isaías 1: 18; Jeremías 2: 9,
35; compare con Isaías 50: 7, 8).
El Hijo de Dios no vaciló en responder a Satanás, el más grande
apóstata, citando incluso de la Escritura al rechazar sus tentaciones, (Mateo
4: 1-11). Describió a los líderes religiosos que gobernaban al pueblo
de Jehová de su día como hijos del Gehena, raza de víboras, asesinos de los
enviados de Dios y prole del Diablo. Aun así, continuamente se dirigía a ellos,
daba respuesta a sus preguntas y ponía en evidencia sus alegaciones y sus
razonamientos. (Mateo 23: 15, 33; Juan 8: 44).
Los apóstoles siguieron su ejemplo no sólo
con esa clase de personas, sino con quienes se confesaban cristianos y
adelantaban enseñanzas falsas o buscaban extraviar a otros cristianos. Sólo se
necesita hacer una lectura de las cartas apostólicas para darse cuenta de que
ellos no evadían contestar preguntas procedentes de esas personas, sino que las
abordaron con franqueza y las refutaron.
Una de las preguntas potencialmente más problemáticas que uno puede
hacer a un líder religioso es ¿Con qué autoridad haces estas cosas? (Mateo
21: 23). Más bien que abordar francamente y con sensatez la evidencia
presentada por personas que cuestionan su exigencia de autoridad, la organización
Watch Tower expulsa a quienes se expresan en ese sentido. Cuando se puso en
cuestión el apostolado de Pablo, él no eludió el desafío, sino que contestó a
sus detractores con amplia evidencia que confirmaba su apostolado, haciendo
frente a las preguntas, quejas o acusaciones de sus opositores. (1
Corintios 1: 10-17; 3: 4-10; 4: 1-16; 9: 1-18; 15: 9-11; 2 Corintios 6: 3-13;
7: 2, 3, 8-13; 10: 7-13; 11: 5-27; 12: 11-13, 16-19). Y, como él mismo
dijo, no lo hacía por afán de autoridad o para amedrentarlos ni por carta ni
por hechos. (2 Corintios 1: 24; 10: 1, 8, 9). El no se
atrevió a... recomendarse a sí mismo presuntuosamente, ni utilizó armas
carnales de hostigamiento, fraude o sofistería, como lo hicieron sus
detractores; no recurrió a la amenaza de excomunión hacia quienes cuestionaban
su posición. (2 Corintios 3: 1; 10: 3, 4, 12, 18; 12: 16; compare con 2
Pedro 1: 16).
Los cristianos genuinos hoy día deberían seguir el ejemplo de Dios, de
su Hijo y de los apóstoles del Señor, no el de una organización autoritaria.
Estos artículos publicados por la Watch Tower, animan, con apoyo
bíblico, a una determinación
personal respecto a la veracidad y a la concordancia con las
Escrituras, de las cosas enseñadas, de las que uno cree. Estos artículos no
defienden una actitud de ―apoyar una idea simplemente para amoldarse a la
mayoría o a los puntos de vista de un grupo determinado. Estimulan el examen
personal, la evaluación personal de los hechos, la aceptación o el rechazo
personal. Urgen al lector a estar dispuesto a defender lo que cree con la
confianza de que el apegarse a la verdad, sin compromisos, resultará siempre en
lo mejor.
Pero
si un testigo de Jehová pone en práctica lo que dice estos artículos se
arriesga a ser expulsado por apostasía. Estos consejos son para las personas de
otras religiones.
Despertad! 8 de Febrero de 1979 página 3 ¿Piensan otros por usted?
La
propaganda tiene poder. ¿Lo subyuga a usted? O ¿es usted dueño de su propia
mente? . LA EDUCACIÓN le
enseña a uno a pensar. Los propagandistas le dicen a uno qué pensar. Los
verdaderos instructores presentan todos los aspectos de una cuestión y
estimulan la discusión. Los propagandistas insisten porfiadamente en sus ideas
y desaniman la discusión. Muchas veces sus verdaderos motivos están ocultos. De
los hechos, entresacan y relatan las cosas favorables y ocultan las otras.
Falsean y tuercen los hechos, y se especializan en mentiras y en verdades a
medias. El blanco en el que tratan de dar son las emociones de usted,
no su habilidad para pensar lógicamente. Muchas personas son víctimas
fáciles de ellos debido a que no se precisa esfuerzo para sentir, mientras
que pensar es una tarea ardua. Y el propagandista se asegura de dar a su
mensaje el viso de parecer prudente, recto y moral, y le da a usted un sentido
de importancia y aceptación si lo sigue. Usted está entre los inteligentes,
no está solo, está cómodo y seguro... así dicen. Los propagandistas le
tienen poco respeto a la habilidad para pensar de la gente.
Trucos de los propagandistas
La tiranía de la
autoridad, el ridículo, los insultos contra el oponente, la difamación, la
calumnia, la sátira o crítica personal... todas estas tácticas se utilizan con
el fin de abrumar la mente de uno y tomarla por asalto.
Pero hasta personas
bien instruidas, refinadas, son víctimas de un tipo de propaganda muy injusto y
falso. Este tipo de propaganda asume un porte de superioridad que descarta el
punto de vista del oponente y lo trata como algo muy patético que en realidad
no merece la atención. A este porte recurren muchos evolucionistas a fin
de evadir las preguntas que no pueden contestar. No pueden probar su
teoría. Así es que recurren a hacer aserciones y se mofan de todo el que se
atreve a disputarlas. Y si alguien sugiere que la evolución está en conflicto
con la Biblia, se ríen indulgentemente de las almas sencillas e indican que
ellas necesitan esta muleta, pero que “las personas inteligentes saben que la
Palabra de Dios es solo una colección de mitos antiguos.” No prueban
ni sus aserciones ni sus difamaciones, pero por medio de la tiranía
de la autoridad expresan sentenciosamente sus opiniones, aplastan las
objeciones e intimidan a los opositores. Esto surte efecto, y personas que se
supone que sean inteligentes y no saben nada de la teoría la creen debido
a que “todas las personas inteligentes la creen.” Pero hablaremos más de esto
en el artículo próximo: “La creación va a la universidad.”
¿Qué hay de usted?
Proverbios
14:15 declara: “El hombre simple cree cada palabra que oye; el hombre
avisado entiende que se necesita prueba.” Así es que
cada individuo tiene que elegir aquello con lo que va a alimentar su mente. Se
dice que somos lo que comemos, y esto puede aplicar al alimento tanto para el
cuerpo como para la mente. Prescindiendo de lo que usted lea, vea o escuche,
pruébelo para determinar si es propaganda o verdad. “El dios
de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos,” a
fin de que no aprendan las verdades vitales de nuestro tiempo. ¿Qué hay de
usted? ¿Dejará que otros piensen por usted, o lo hará por su propia cuenta?
Hágalo por su propia cuenta y “la habilidad misma para pensar [lo] vigilará.”
Al mismo tiempo, tenemos que reconocer que necesitamos
una guía buena y recta.—2 Cor. 4:4, 6; Pro. 2:11; Sal. 36:9; Jer. 10:23.
¡Despertad!
22 de Mayo de 1980 página 15 ¿Se le está persuadiendo sin que lo sepa? Usted
puede protegerse
¿Cómo puede uno defenderse de esa persuasión sutil? Los
siguientes cinco puntos pueden ser útiles:
Tenga convicciones firmes: Como ya hemos visto, la persona más propensa al
lavado de cerebros es la que deja que otras personas influyan fácilmente en
ella. No apoye una idea simplemente porque los que se asocian con usted la
aceptan. Asegúrese de que los puntos de vista que usted adopte sean verdaderos.
La mejor manera de hacer eso es comparar esos puntos con la Palabra inspirada
de Dios, que es fundamental y finalmente “la verdad.”—Juan 17:17; 2 Tim. 3:16.
Busque la razón: A menudo inadvertidamente aceptamos actitudes sin saber qué hay
detrás de ellas. Por ejemplo, puede que ciertas personas de su comunidad tengan
un punto de vista negativo sobre ciertas razas o grupos étnicos. Pero, ¿por
qué? Si la razón que dan para ello no es convincente, ¿por qué adoptar ese
punto de vista?
Sin embargo, con relación a hablar acerca de lo que es
correcto, es importante que tengamos presente esta pauta bíblica: “El que está
corrigiendo al burlador está tomando para sí deshonra, y el que está dando una
censura a alguien inicuo... ¡defecto en él! No censures a un burlador, para que
no te odie. Da una censura a un sabio y te amará.” (Pro. 9:7, 8) De nada vale
debatir o reñir con la persona que se inclina a defender su opinión personal,
prescindiendo de si tiene razón o no.
5. Viva la verdad: No busque excusas
para transigir en cuanto a lo que usted sabe que es correcto. Recuerde, si algo
es correcto o propio, le resultará en bien. No se engañe pensando en que se
está perdiendo algo o que se le está restringiendo indebidamente porque se
amolda a lo que es correcto.
Libro La verdad que lleva a vida eterna
Capítulo 2
Lo sabio de examinar uno su religión
TENEMOS buena razón para pensar con seriedad acerca de
nuestra situación ante Dios. ¿Por qué? Porque la evidencia prueba que pronto
Dios destruirá a los inicuos y establecerá su justo nuevo sistema. De modo que
tenemos que preguntarnos: “¿Estoy adorando a Dios de la manera que él
aprueba?” No es ningún hombre, sino Dios, quien es el juez de lo que
a él le agrada. Para conseguir el punto de vista de Dios, tenemos que acudir a
la Biblia. Allí él nos dice claramente el proceder que debemos seguir si
queremos adquirir vida eterna. (Proverbios 3:1, 2)
4 …Si queremos que nuestra adoración sea aceptable a Dios, tiene que estar
firmemente arraigada en la Palabra de verdad de Dios. Jesús reprendió a las personas que
alegaban servir a Dios pero que se apoyaban fuertemente en las tradiciones de
los hombres en preferencia a la Palabra de Dios. Les aplicó las propias
palabras de Dios tomadas de Isaías 29:13, al decir: “Es en vano que siguen adorándome,
porque enseñan mandatos de hombres como doctrinas.” (Mateo 15:9) “Puesto que no queremos que
nuestra adoración sea en vano, es importante que cada uno de nosotros examine
su religión”.
5 No solo tenemos que examinar lo que creemos personalmente, sino
también lo que enseña cualquier organización religiosa con la cual estemos
asociados. ¿Están sus enseñanzas en plena armonía con la Palabra de Dios, o se
basan en las tradiciones de los hombres? Si amamos la verdad,
no tenemos nada que temer de tal examen. Debe ser el deseo sincero de cada
uno de nosotros aprender lo que es la voluntad de Dios para nosotros, y
entonces hacerla”.—Juan 8:32.
6 …“Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para
censurar, para rectificar las cosas.” (2 Timoteo 3:16) “Siendo esto así, la religión que tiene
la aprobación de Dios tiene que concordar en todos sus detalles con la Biblia”.
7 “El hombre que quiere agradar a Dios tiene que ser sincero. Pero la
sinceridad sola no hace que la religión de uno esté aprobada a los ojos de
Dios”.
9 “El tener conocimiento de la Biblia y de la voluntad de Dios es esencial
para conseguir la aprobación de Dios. Pero, como dijo Jesús, lo que cuenta
es hacer esa voluntad. Uno tiene que tener obras que sean
consistentes con lo que uno ha aprendido”. (Santiago 2:26) “Para agradar a Dios, pues, la
religión de uno tiene que estar en plena armonía con la Biblia y tiene que
aplicarse en toda actividad de la vida”.—Lucas 6:46-49.
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