De tener Dios una organización, sea esta celestial o
terrenal, es razonable esperar encontrar en las Escrituras evidencias claras de
su identidad y las diferentes maneras en que Dios la ha usado a través del
tiempo. El contenido de esta información, ha sido el resultado de una investigación
profunda de todas las Escrituras bíblicas con relación al tema.
·
Todas
las citas Bíblicas han sido tomadas de la Traducción del Nuevo Mundo de los testigos de Jehová.
La palabra
organización presenta dos significados básicos. Uno se deriva del término
griego órganon.* Entre otras
cosas, denota un instrumento o útil con el cual se efectúa trabajo. De modo que
una organización es un arreglo de cosas que se pone en vigor para llevar a cabo
o lograr algo del mejor modo posible y con el menor consumo de tiempo y
energía. (Atalaya 15/3/1985 pág. 10 párr. 2)
El otro
significado se utiliza para indicar la acción o resultado de organizar u
organizarse.
Debemos
tener presente que la acción de organizar u organizarse no necesariamente
depende de un instrumento (órganon) para conseguirlo. De igual manera un órganon
tampoco es indicación que siempre se va a caracterizar por la acción de estar
organizado.
* En este escrito siempre que
aparezca la palabra “organización” se estará refiriendo tal como lo define el
término griego órganon, es decir, como un instrumento, y no a la acción de
organizar u organizarse.
Para los
testigos de Jehová el concepto de la organización de Dios puede considerarse
como su doctrina principal. Sin embargo, esta se enfrenta a un gran desafío, ya
que la palabra “organización no
aparece en la Biblia. Este hecho es reconocido en la Atalaya del 15 de Agosto de 1981
pág. 30 donde dice: “Puesto
que la palabra “organización” no aparece en la Biblia, ni siquiera en los
idiomas originales en que ésta se escribió, ¿con qué derecho podemos decir que
Dios tenga una organización, o hablar de la organización de Dios”?. A los testigos de Jehová no parece
importarle este hecho, porque constantemente se proclaman como una organización
dirigida por Dios. En vista de esta postura, es razonable investigar que dice
la Biblia al respecto.
Es bueno señalar que en sus comienzos, el
concepto de organización no existía entre los Estudiantes de la Biblia, más
tarde llamados testigos de Jehová. De hecho su fundador Charles T. Russell
siempre se opuso a ser representados por
una organización o ser parte de una de ellas, él consideraba que no era
necesario ser miembro de una para recibir la aprobación divina. En la Atalaya
en inglés del 15 de septiembre de 1895 página 216 él dijo: “Cuidado con
“organización”. Esta es totalmente innecesaria. Las reglas Bíblicas serán las únicas
reglas que usted necesita. No busque atar la conciencia de otros, y no permita
que la de otros se aten a la suya. Crea y obedezca a medida que comprenda la
Palabra de Dios hoy en día, y continúe creciendo en gracia, conocimiento y en
amor día a día”.
Russell también hizo el siguiente comentario: "La
prueba que determinará si somos dignos de los honores del Reino será
individual, es una prueba de fidelidad individual hacia Dios y hacia su verdad
y no una prueba de sectas para saber cual de ellas es la
verdadera.....pretenden convencernos de que la salvación de cada uno depende
esencialmente de unirse a alguna de sus sectas, sin importar cual. Y de ese
modo terminan combinando el concepto de responsabilidad individual junto con la
esclavitud sectaria ." (Studies in the Scriptures, Volume 3, Study VI, page 141).
Fue después
de la muerte de Russell en 1916, que el concepto comenzó a tomar forma. Una
observación interesante se puede encontrar en la Atalaya del 15 de Marzo de
1985 págs. 10-15 bajo el tema: Colaboradores del Organizador de todo el
universo. El artículo comienza diciendo: “LA ORGANIZACIÓN DE DIOS.” Esta expresión la
usó un miembro del personal de redacción de la Sociedad Watch Tower durante la
consideración bíblica diaria ante las mesas del comedor de Betel hace más de
60 años. ¡Cuánto emocionó esto a la familia de la central en Brooklyn,
Nueva York! Aquella frase sin igual, “la organización de Dios”, sirvió para
guiar el pensar, el habla y la redacción futuros de aquellos Estudiantes de la
Biblia. Amplió la visión espiritual de ellos con respecto a toda la creación e
influyó grandemente en su actitud para con el maravilloso Organizador del
universo, Jehová Dios.”
Este
comentario nos muestra que el concepto de la “organización de Dios” no surgió
como consecuencia de evidencias encontradas en las Escrituras bíblicas que
prueben su existencia, más bien provino de un pensamiento o idea expresada por
un miembro de la Sociedad Watchtower alrededor de los años 1920-1925 que fue
del agrado de los presentes.
Fue
precisamente en ese tiempo cuando Joseph F. Rutherford, segundo presidente de
la Sociedad Watchtower, comenzó a dar forma a la amañada idea de la “organización”. Lo primero
que hizo fue crear una con origen celestial, la llamó la “organización de
Dios”. A esta, Rutherford le asignó un canal de comunicación visible, que llegó
a llamarse “la organización terrestre” o la Watchtower” a la que le confirió
autoridad divina tanto a ella como a lo que se escribía bajo su dirección. Finalmente
intervino todas las congregaciones (eclesias) para tener total control sobre
ellas. Esta acción de Rutherford se hizo necesaria porque durante la
presidencia de Russell estas tenían autonomía, incluyendo la elección de su cuerpo de ancianos.
La oficina central no tenia control sobre ninguna congregación. Entonces para eliminar este arreglo, Rutherford nombró un
director de servicio para cada congregación, este respondía directamente a la
Sociedad. Poco a poco los ancianos elegidos fueron forzados a renunciar o
abandonaban la “organización”. Para 1927 todos los ancianos habían sido
removidos de sus cargos. De esa manera surgió el concepto centralizado de “la
organización” como único medio de salvación, a la que todos sus miembros debían
total sumisión como muestra de su lealtad a Jehová. A partir de entonces esta
organización ha sido usada para guiar el pensar, el
habla, la conducta y la vida en general de todos los testigos de Jehová hasta
nuestro día.
Sus
miembros han sido entrenados para aceptar todo lo que provenga de esta
organización como procedente de Jehová mismo. Nunca se tendrá la posibilidad de
discrepar respecto a sus normas y enseñanzas sin dolorosas consecuencias. Han
logrado este objetivo insuflando constantemente en las mentes de sus miembros su lealtad a la
“organización en cada momento en sus vidas. Tal es así, que la palabra organización
aparece más de 12,000 veces en la Watchtower
Library en español del 2015 mientras que en la Biblia no aparece ni una sola
vez.
En base a
este adoctrinamiento y a la autoridad que le proporciona este concepto, intimidan
a los testigos de Jehová para no investigar
sus doctrinas fuera de sus publicaciones o siquiera hacerlo libremente en la
Biblia. El hacerlo es considerado como una actitud independiente, falta de fe, es juzgar a Dios falsamente, es una muestra de
ingratitud y presunción, es rebeldía, es apostasía y diabólico. (Atalaya 15/3/1968
pag.167 párr. 9; Atalaya 1/8/1980 págs. 19-20 párrs. 10-13; Atalaya 1/1/1982,
pág. 29 párr. 14)
La Watchtower hace grandes maniobras tergiversando lo que
realmente dice la Biblia. Un ejemplo lo podemos ver en la Atalaya del 15 de Septiembre de 1957 págs. 561, 562, donde presentan una metáfora del Proverbios 6:20-23 como una
aplicación a la “organización
de Dios”. Este
dice: “Observa, oh hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no abandones la
ley de tu madre. 21 Átalos
sobre tu corazón constantemente; enlázalos a tu garganta. 22 Cuando andes, ello te guiará; cuando te
acuestes, vigilará sobre ti; y cuando hayas despertado, hará de ti el objeto de
su intenso interés. 23 Porque
el mandamiento es una lámpara, y una luz es la ley, y las censuras de la
disciplina son el camino de la vida”.
Lo que
vemos en este pasaje y su contexto es a un padre aconsejando y exhortando a su
hijo la manera de enfrentarse a diferentes situaciones en la vida. Pero la Watchtower
interpreta este proverbio a su manera. En la Atalaya citada antes, en las págs.
561-564 Dice: “Considere esto por un instante. Dos
cosas se mencionan; el mandamiento del padre y la enseñanza de la madre….El
mundo está lleno de Biblias, el cual Libro contiene los mandamientos de Dios.
¿Por qué, entonces, no saben la gente qué camino tomar? Por que no tienen también
la enseñanza o ley de la madre, la cual es luz. Jehová Dios ha provisto su
santa Palabra escrita para todo el género humano y ella contiene toda la información
que los hombres necesitan para seguir el proceder que conduce a la vida. Pero
Dios no ha hecho arreglos para que esa Palabra hable independientemente o para
que destelle palabras vivificantes por sí misma….Es por medio de su
organización que Dios suministra esta luz que el proverbio dice que es la enseñanza
o ley de la madre. Si hemos de andar en la luz de la verdad tenemos que
reconocer no solo a Jehová Dios como Padre nuestro sino también a su
organización como madre nuestra”….Hoy también, Dios requiere y exige de sus
hijos obediencia, honra y respeto. Hay que rendir estos no solo al Dios vivo
mismo, sino también a su organización que le es como una mujer casada. Entonces,
¿cuál es la relación entre esta mujer celestial y la organización teocrática
visible de la sociedad del nuevo mundo (entiéndase la Watchtower)… El conducto
verdadero sobre la tierra seria la nación de sus coherederos.
Hay que
reconocer que cuando se trata de una enseñanza de los testigos de Jehová se
hace difícil conciliar las contradicciones entre una publicación y otras, como
se mencionará más adelante. Ahora bien tomemos lo que se dice en esta Atalaya
como punto de partida, para buscar referencias de la enseñanza que esta “madre
celestial” ha provisto en el Antiguo Testamento. Tengamos presente el argumento
en la Atalaya, “si no se tiene la enseñanza o ley de la madre no es suficiente
tener la Palabra escrita de Dios”. Dicho en otras palabras, los mensajes de
Dios no fueron dados directamente para que la humanidad los pueda entender, esa
función la tiene la madre celestial que lo transmite a la humanidad a través de
la Watchtower.
Ahora bien,
otras publicaciones contradicen lo expuesto en la Atalaya de 1957, ya que le
asignan al Hijo de Dios el papel de su “madre celestial”. Por ejemplo la
Atalaya del 15 de junio de 1998 pág. 23 dice: “Las palabras de Juan señalan otro privilegio de que disfrutó el Hijo
de Dios, a saber, ser el vocero de su Padre. Desde el principio fue la Palabra.
De modo que cuando Jehová habló con Adán y más tarde con Adán y Eva,
probablemente lo hizo a través de la Palabra. ¿Y quién mejor para transmitir
las instrucciones de Dios para el bienestar de la humanidad que aquel que
estaba encariñado con ella? (Juan 1:1, 2.)”
Y en Atalaya del 1 de abril de 2012 pág. 6 se escribe
lo siguiente: “Se dice que
Jesús fue portavoz de Dios, quien lo utilizó para transmitir información e
instrucciones a otros, así como para dar a conocer su mensaje en la Tierra”.
Dejemos eso
a la reflexión individual y examinemos la evidencia bíblica sobre el tema.
Cuando buscamos evidencia acerca de la identidad figurada de una mujer
celestial, lo que encontramos es abundante
información de los seres
espirituales que habitan en los cielos. Sabemos que los cielos es la morada de Jehová.
(1 Rey. 8:23, 27, 30, 32)
Esta morada también está habitada por ángeles (Gén.
28:12), serafines y querubines (Isa. 6:2, 6; 37:15,16), príncipes y arcángeles como Miguel (Dan.
10:13, 21; 12:1; Jud. 9). También está Satanás incluido entre los que
habitan en los cielos (Job 1:6 ;2:1). Llama la atención que en ocasiones a los ángeles se les mencione
como “hijos de Dios” (Gén.
6:2,4; Job 1:6;2:1; 38:7: Sal.
89:6). Esto nos lleva al siguiente razonamiento, si a
Jehová se le llama el Padre celestial (Mat. 5:48; 6:14, 26, 32; 15:13; 18:35; 23:9) y
a las criaturas espirituales, hijos. La única conclusión a la que podemos
llegar es que en los cielos existe una institución familiar y no
organizacional.
Tampoco
podemos encontrar mensajes o “luz” que provengan de otra fuente que no sea de Jehová
mismo. Estos son fácilmente identificables con expresiones que se repiten
cientos de veces, como: Dios habló, Dios o Jehová dijo, Dios procedió a decir,
la palabra de Jehová, Jehová
siguió hablando, Jehová pasó a decir, Jehová procedió a hablar, palabra de
parte de Jehová, esto es lo que ha dicho Jehová, escuchen la palabra de Jehová,
esto es lo que ha dicho el Señor Soberano Jehová, Jehová ha hablado, es la
expresión de Jehová, oye la palabra de Jehová, esto es lo que ha dicho el Señor
Soberano Jehová’, oigan la palabra del Señor Soberano Jehová, ha dicho Jehová
de los ejércitos, escuchar la voz de Jehová su Dios, es la palabra que habló
Jehová, la misma boca de Jehová lo ha hablado, palabra de parte de Jehová, conforme a la palabra de Jehová, la palabra que Jehová habló y otras. (Véase las referencias)
Otra prueba
bíblicamente razonable de la ausencia de una organización celestial, son los
atributos de Jehová. Por ejemplo, El es el Dios todopoderoso, que significa que
todo lo puede (Gén. 17:1; 35:11; Éxodo 6: 3; 2 Cor. 6:18;Apo. 15:3) o “Jehová de los ejércitos”, expresión que describe su gran
poder y que aparece casi 300 veces en la Biblia. Entonces, si Jehová tiene la
capacidad para hacer todo lo que sea su voluntad, ¿qué necesidad tendría de
usar una organización como instrumento para alcanzar satisfactoriamente su propósito
y que se haga su voluntad?. Eso no tiene ningún sentido en el caso de él.
Concluyentemente, en todo el antiguo Testamento
no hay una sola referencia a una “madre celestial” o “esposa celestial”, y es
sabido que tampoco aparece la palabra para organización. No obstante los
testigos de Jehová insisten en que Cristo y los cristianos son hijos de una
“madre celestial” manifestada en la Jerusalén de arriba que menciona Pablo en
Gal 4:26. Ellos proclaman que a pesar de que estuvo
inactiva desde 1943 a.E.C., cuando la promesa a Abrahán entró en vigor, ella
comenzó a funcionar cuando Jesús fue bautizado en 29 E.C. (Atalaya 15 de
marzo de 1985 págs. 13-14 párr. 15).
En la Atalaya
del 15 de Septiembre de 1957 pág. 562, párr. 5. Bajo el tema “Identificando a
la organización madre”, ellos dan una interpretación propia de estas palabras
de Pablo, dice: “La verdadera
madre de los cristianos no puede ser una organización terrestre. Para mostrar
este hecho Pablo contrasta la posición
de los judíos carnales con la posición de los judíos espirituales o cristianos
y luego dice: La Jerusalén que esta arriba es libre, y ella es nuestra madre.
(Gál 4:26) Luego cita una parte de la profecía de Isaías. Dirigiéndonos a esta
profecía que se encuentra en el capitulo cincuenta y cuatro de Isaías y
considerando el contexto nos enteramos de la identidad de ésta que es llamada
“nuestra madre.” Los versículos cinco y seis (Mod) leen: Marido tuyo es tu
Hacedor, Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor es el Santo de
Israel:…porque Jehová te ha vuelto a llamar con una mujer [esposa, AN] dejada y
afligida de espíritu.” De esta manera Pablo identifica a la esposa de Jehová
como su organización universal invisible, la madre de Cristo y de sus
coherederos.”
Cuando se
analiza toda la carta de Pablo a los gálatas, se llega a tener un entendimiento
diferente de lo que se expresa en la Atalaya. Pablo estaba muy preocupado por
un cambio de actitud tomada por los cristianos de esa congregación con respecto
a su fe. Al principio de la carta él les dice: “Me maravillo de que
tan pronto se les remueva de Aquel que los llamó con la bondad inmerecida de
Cristo [y se les pase] a otra clase de buenas nuevas. 7 Pero no son otras; solo que hay algunos que les
están causando dificultades y que quieren pervertir las buenas nuevas acerca
del Cristo.” (Gál. 1:6, 7)
Aquellos
gálatas recibieron las buenas nuevas acerca de Jesús que Pablo les predicó, la
aceptaron y pusieron fe en Cristo, pero después se dejaron seducir por los que
abogaban, que para ser salvos se necesitaba seguir ciertos rasgos de la ley
mosaica. Primeramente Pablo les aclara lo siguiente: “. . .Porque les hago saber,
hermanos, que las buenas nuevas declaradas por mí como buenas nuevas no son
cosa humana; 12 porque ni las recibí de ningún hombre,
ni me fueron enseñadas, salvo mediante revelación por Jesucristo”. (Gálatas 1:11, 12) Pablo quiere que
ellos entiendan, que mientras la enseñanza que ellos estaban recibiendo de los
falsos apóstoles era de origen humano, la que ellos recibieron de él era
divina. Estos cristianos estaban aceptando la ley sin entender lo que esto
implicaba, ya que ellos eran gentiles. Por lo que Pablo les dijo que todos los que dependen de obras de ley están bajo maldición.
(Gál.3:10; 4:21)
Ahora, para que estos cristianos entiendan la
diferencia de la Ley de Moisés y la fe en Cristo les presenta una ilustración (Gál. 3:15) donde usa las figuras de dos mujeres para representar
dos pactos diferentes, y lo muestra a ellos como un drama simbólico (Gál. 4:24)
o alegoría entre los hijos para esclavitud de la esclava Agar, representada por
la Jerusalén terrenal, y los hijos de la promesa de Sara, la mujer libre, representada por la Jerusalén
celestial, la ciudad de todos los que son libres por Cristo (Gál. 5:1).
Evidentemente
Pablo citó de Isaías 54 dentro del contexto
de la ilustración que les presentó a estos cristianos sobre la
diferencia entre los dos pactos. Pablo quiere que ellos razonen que en virtud de
aceptar a Cristo, incluso los que estaban bajo Ley fueron libertados de la esclavitud a que esta
lo sometía. Solo en ese sentido son hijos de la Jerusalén Celestial. Pero no hay nada que indique que Pablo citó de
Isaías para identificar a la esposa de Jehová como su organización universal
invisible, la madre de Cristo y de sus coherederos. Alegar tal cosa va más allá
de lo que él dijo.
Es
necesario destacar que en las Escrituras cristianas se hace mención de los
cristianos como hijos de Dios, (Mat. 5:9; Jn 1:12, 13; Rom. 8: 14,
16, 19-21; 9:8, 26; Gál, 3:26; 4:5, 6; Efe. 5:1; Filip. 2:15; 1 Jn 3:1, 2,
9, 10) no como hijos de una “madre organización” como se menciona en la Atalaya.
También a estos cristianos se les identifica como miembros individuales del
cuerpo de Cristo del cual él era la cabeza, tal como se muestra en Efesios
1:22, 23 que dice: “Él también sujetó todas las cosas
debajo de sus pies, y lo hizo cabeza sobre todas las cosas en cuanto a la
congregación, 23 la
cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que llena todas las cosas en todos.”
(Vea también Rom. 12:4, 5; 1 Cor. 6:15; 12:12, 13, 27; Efe. 5:29, 30). Y en
conjunto a todos los cristianos se les llama la “congregación de Dios” (1 Cor.
10:32; 11:22; 15:9; 2 Cor. 1:1; Gál. 1:13; 1 Tim. 3:5, 15).
Esta congregación
desde su fundación en el 33 E.C. estuvo dirigida exclusivamente por Jesús mediante
el espíritu santo tal como Jesús les había prometido: “Si ustedes me aman, observarán mis mandamientos; 16 y
yo pediré al Padre, y él les dará otro ayudante que esté con ustedes para
siempre, 17 el espíritu de la verdad”… “Más el ayudante, el espíritu santo, que el Padre enviará en mi
nombre, ese les enseñará todas las cosas y les hará recordar todas las cosas que
les he dicho.”… “Cuando llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre,
el espíritu de la verdad, que procede del Padre, ese dará testimonio acerca de
mí; 27 y ustedes, a su vez, han de dar testimonio, porque han
estado conmigo desde que principié” (Juan 14:15-17, 26; 15:26,27) Jesús también les prometió que él
mismo estaría en medio de ellos cuando se reunieran en su nombre y si lo obedecían
lo haría diariamente hasta el fin. (Mateo 18:20; 28:20 ─ Vea también Filip. 1:19; Gál. 4:6, 7
El espíritu santo es mencionado alrededor de 80
veces en el Nuevo Testamento, se le cita teniendo una amplia participación en todas
las actividades ministeriales de los primeros cristianos. (Hechos 1:8; 2:4, 17, 18; 4:31; 6:5; 8:29, 30, 39; 9:31; 10:19, 20; 11:12;
13:2, 3, 4; 15:28; 16:6, 7; 18:24, 25; 19:1-7; 20:28; Rom. 5:5; 8:26, 27; 15:13;
1 Cor. 2:12, 13; 6:11; 12:3; 2 Cor. 3:17; Gál. 3:5; Efe. 1:17; 1 Pedro 1:12; 1
Juan 3:24; 4:13) Cada cristiano recibía el espíritu santo de manera individual
y este moraba dentro de ellos, los llenaba para capacitarlos adecuadamente para
ser ministros del nuevo pacto (2 Cor. 3:6; Gál. 3:14; 1 Cor. 3:16; Rom.8:9; 2
Tim. 1: 14; Hech.
2:4; 4:8, 31; 6:3, 5; 7:55; 9:17; 11:24; 13:9, 52; Efe. 5:18).
CONCLUSIÓN
Como se ha mostrado, no solo no aparece la
palabra organización en la Biblia, tampoco se puede encontrar una sola
referencia directa o indirectamente a esta en todas las Escrituras bíblicas. Aunque
no puede haber duda alguna de que Jehová
es el gran organizador del universo, es evidente que no necesita de un
instrumento organizacional para lograrlo.
El
atribuirle a Jehová una organización para llevar a cabo su propósito, es ponerlo
al nivel humano, es como decir que él no tiene la capacidad de hacer lo que se
proponga sin tal instrumento. Esto es precisamente lo que enseña la Watchtower
cuando en la Atalaya del 1 de Junio de 1986 pág. 25 hablando sobre la predicación
dice: “Esta obra nunca se podría realizar sin una
organización... Lo lograron debido a que estaban organizados en casi 50.000
congregaciones, todas bajo la dirección visible de un solo Cuerpo Gobernante.”
Al leer esta afirmación en la Atalaya, nadie negaría que el poder del espíritu
santo aparece completamente olvidado y sustituido por una eficiente
“organización” y su llamado “cuerpo gobernante”.
Lo que
enseña este “cuerpo gobernante” de los testigos de Jehová es completamente diferente
a lo que podemos ver en los escritos apostólicos. En ellos no podemos encontrar
un alto grado de programación de la actividad de los primeros cristianos,
fuertemente supervisada por un cuerpo gobernante. De acuerdo a las Escrituras,
no se puede acreditar el esparcimiento del mensaje y la aceptación del
cristianismo por miles de personas a través del Imperio Romano a la eficiencia
de una organización, sino al espíritu santo y a Cristo mismo. Tal como se dice
Hechos 2:47 “. . . Y
el Señor añadía cada día a la iglesia los que iban siendo salvos”.
Si Cristo como
cabeza de la congregación cristiana, estuvo dirigiendo a los primeros
cristianos ─ Efesios 1:22, no había la necesidad de un
cuerpo gobernante que dirigiera su actividad ministerial. Tampoco hubo
necesidad de un Registro de Publicador, ni un Informe del servicio del campo,
ni un Registro de casa en casa para efectuar la predicación con eficacia. No se
menciona asambleas o reuniones altamente programas por un pequeño grupo de
hombres en autoridad. Lo que encontramos en los relatos de las Escrituras
Cristianas es la espontaneidad y motivación individual de los cristianos del
primer siglo. Sólo encontramos simples insinuaciones de cómo eran sus
reuniones, sin indicación de metodología o sistematización alguna en su forma
de proclamar las buenas nuevas. En estas reuniones cada uno hacia su aporte libremente, uno tenia un salmo, otro una enseñanza, otro una
revelación, otro una lengua y otro una
interpretación. Todos tenían el propósito de
incitarse unos a otros al amor y a las obras excelentes. (1 Cor. 14:26-35; Heb.
10:24, 25) Tampoco hubo la necesidad de diferentes escuelas
para entrenamiento, el espíritu santo fue suficiente para los cristianos desde
aquel primer siglo, y debe serlo en nuestros días. Cada cristiano tenia la
libertad de expresar su fe de manera individual, es tal como Pablo escribió
en Romanos 14:22 "La fe que tienes, tenla de acuerdo contigo
mismo a vista de Dios”.
El caso de
los testigos de Jehová es algo similar a
los cristianos de Galacia, pudiendo obtener la libertad que Cristo ofrece a los
verdaderos cristianos, se dejaron restringir
en un yugo de esclavitud por seguir ciegamente un
concepto humano. (Gálatas
5:1). La doctrina de la “organización de
Dios” no es de origen divino, salió de la mente de J.F. Rutherford con el propósito
de dar vida a una “organización visible” que exigiera la lealtad incondicional de los que eran introducidos en ella. A
los testigos de Jehová les sucedió tal como lo describe Pablo en Gálatas 2:4 “Y esto fue por causa de los falsos
hermanos introducidos secretamente, que se habían infiltrado para espiar la
libertad que tenemos en Cristo Jesús, a fin de someternos a esclavitud”.
La Watchtower ha reescrito las enseñanzas
verdaderas de la Biblia para darle la interpretación
que se ajuste a las falsas doctrinas de la organización. Por ejemplo, el apóstol Juan escribió que nuestra relación con Dios y Jesús es
personal. En 1 Juan 1:3 dice:
“lo que hemos visto y oído se lo estamos informando también a ustedes, para que
ustedes también estén teniendo participación con nosotros. Además, esta
participación nuestra es con el Padre y con su Hijo Jesucristo”. Contraria a esta enseñanza la Watchtower
enseña que para conseguir la vida hay que ser leal a la organización.
El hacer de
la lealtad organizacional el criterio para juzgar el cristianismo de cualquier
persona es, una clara perversión de las Escrituras. El urgir, incluso insistir,
que las personas pongan fe en algún sistema terrenal, carece totalmente de
fundamento en las Escrituras. Al contrario, ella nos exhorta a poner fe en
Dios, fe en su Hijo y fe en la Palabra de Dios tal como la escribieron aquéllos
a quienes él inspiró. Pero en ningún lugar se nos enseña a poner fe en hombres
o en organizaciones terrestres, ni a seguir incuestionablemente su guía. Una fe
así está fuera de lugar, y lleva a graves consecuencias. Lejos de estimular esa
fe en hombres imperfectos, el registro bíblico completo es un recordatorio
permanente del peligro inherente a esa clase de confianza.
El que nuestra
salvación dependa de estar unida a una organización, es negar las palabras de
Cristo cuando dijo: “Porque
por tus palabras serás declarado justo, y por tus palabras serás condenado” Mateo 12:37. Como la salvación es individual en nada nos beneficia ser parte de
una organización religiosa. “Además,
no hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que
se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos” Hechos 4:12.
Cuando llegamos a entender las palabras de Jesús
en Juan 14:6 “Yo
soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí”. Nos damos cuenta que las normas y doctrinas impuestas
a los testigos de Jehová, ha sido unas de las imposiciones más astutas,
malvadas y falsas que se haya fraguado contra sus miembros. Están calculadas
para engañar y arruinar a millones de personas sinceras que las reciben como
venidas de Dios. Todas las religiones, incluyendo los testigos de Jehová son
los falsos profetas que dijo Jesús que se levantarían para engañar a muchos.
(Mateo 24:11)
Entonces, si
aceptamos como dice la Biblia que Cristo es cabeza de la congregación
cristiana, no habría ningún lugar para que una persona o grupos de personas se
considere con autoridad para establecer
normas sobre los cristianos más allá de lo que está establecido en la Biblia (1
Corintios 4:6). Por lo tanto, el enseñar que Dios tiene una organización, sea
esta celestial o terrenal es un FRAUDE.
Amen. You have provided clean water to drink. Jesus, as recorded at John 14:26 tells us about the true "teacher" of his disciples: "But the Counselor, the Holy Spirit—the Father will send Him in My name—will teach you all things and remind you of everything I have told you". What is clear is that we are to be taught by Holy Spirit and not by fellow human beings or by some organization. Thank you brother and my God's grace and the Lord's covering be upon you.
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