La expulsión y los Testigos de Jehová.

Cuando se decide expulsar (excomulgar) a un testigo de Jehová, se lee un anuncio a la congregación que dice: Fulano(a) ya no es Testigo de Jehová, y eso es todo, se le deja a la imaginación de la congregación la razón de su expulsión. ¿Sería por inmoralidad sexual o borrachera, por drogadicción, por violencia doméstica?, etc. De acuerdo con las normas de la Watchtower, desde el momento que se notifica la expulsión, los miembros de la congregación deben considerar al expulsado como en una condición de muerto. Quedan excluidos los familiares allegados del expulsado que vivan bajo el mismo techo, pero esta relación debe limitarse solamente cuando sea necesario.  Esa rigidez extrema en las normas tiene como modelo la severa posición adoptada por los líderes religiosos del día de Jesús. Para corroborar esa política La Atalaya del 15 de noviembre de 1981, página 15, citaba este pasaje con respecto al trato que recibían quienes eran expulsados de las sinagogas: 


“De entonces en adelante él era como uno que hubiese muerto. No se le permitía estudiar con otros, no se había de tener relaciones [sociales] con él, ni siquiera se le había de mostrar el camino. Pudiera, en realidad, comprar lo que necesitara para la vida, pero estaba prohibido comer o beber con tal persona.”—The Life and Times of Jesus the Messiah, por A. Edersheim, Tomo II, pág. 184.


En una ocasión un hombre de la congregación corintia en el siglo I estuvo practicando inmoralidad (1 Cor. 5:1, 2). Pablo ordenó: entreguen a tal hombre a Satanás para la destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvado en el día del Señor (1 Corintios 5:5). Los testigos de Jehová toman como base para este trato extremo con los expulsados lo que dice 1 Corintios 5:11 “Pero ahora les escribo que cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea fornicador, o persona dominada por la avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho, o que practique extorsión, y ni siquiera coman con tal hombre”. Como se puede ver, mi expulsión  no entra en ninguna de estas prácticas, ya que es por abandono de la religión. 


Note lo que dice 2 Corintios 2:6, 7 sobre el caso de este hombre inmoral de Corinto, dice: 6 Esta reprensión dada por la mayoría es suficiente para tal hombre, 7 de modo que, al contrario, ahora, deben perdonar[lo] bondadosamente y consolar[lo], para que de un modo u otro tal hombre no sea tragado por hallarse demasiado triste. La norma extrema de la Watchtower no fue el caso en la exhortación de Pablo a los cristianos corintios, cuando dice “esta reprensión dada por la mayoría”, muestra dos cosas. Primero, que todos los asuntos se ventilaban por toda la congregación y no en privado por un tribunal de tres hombres. Segundo, que como se dejaba a decisión personal, una minoría optó por seguir dándole el mismo trato a la persona, y no hay evidencia que se tomara alguna acción disciplinaria para esta minoría. En tanto era diferente entre los fariseos, porque a los miembros de la sinagoga se les prohibía por parte de la autoridad religiosa mostrar otra actitud hacia los expulsados de la sinagoga. 


Queda claro que esa práctica judía (farisaica) tiene su paralelo en el trato que se dispensa a cualquier persona sobre la que la Organización, mediante sus ancianos nombrados, coloca la etiqueta de “expulsado o desasociado”. Se le considera como “alguien muerto”. La razón particular para eso es lo de menos. Podría deberse a fumigar las cucarachas en una base militar, cortar el césped de una iglesia, o sencillamente celebrar un cumpleaños. O podría ser por no aceptar el año 1914 como una fecha señalada en la Biblia, o que sólo una clase de personas pueden participar en la celebración del memorial de la muerte de Cristo. El tratamiento lo determina la etiqueta, no el motivo. 


La inmensa mayoría de los testigos de Jehová no saben que la expulsión fue considerada por la Watchtower como demoniaca y un instrumento de intimidación hasta 1952. Referencia en inglés Awake! January 8, 1947 Page 27 ¡Are You Also Excommunicate. Referencia en español ¡Despertad! 8 de enero de 1949 página 27 ¿Está usted tambien excomulgado? 




La WatchTower reglamenta cualquier conversación de naturaleza espiritual con personas expulsadas basandose en 1 Corintos 5:11, (Vea lo que comenta sobre el trato a los parientes expulsados La Atalaya 15 de abril de 1988 pág. 28 párr. 14  "La situación es diferente si el expulsado o desasociado es un pariente que vive fuera del círculo familiar y el hogar inmediatos. Pudiera ser posible eliminar casi todo contacto con tal pariente. Aun cuando hubiera ciertos asuntos de familia que exigieran comunicación, ciertamente esto se mantendría al mínimo, en armonía con el principio divino: “Cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea fornicador, o persona dominada por la avidez [o culpable de otro pecado craso], [...] ni siquiera coman con tal hombre”. (1 Corintios 5:11.)

Bajo esta situación la WatchTower se se enfrenta a un problema al explicar la exhortación de Pablo en 2 Tesalonicenses 3: 14, 15. La Traducción del Nuevo Mundo dice: Pero si alguno no es obediente a nuestra palabra mediante esta carta, mantengan a éste señalado, dejen de asociarse con él, para que se avergüence. Y, no obstante, no estén considerándolo como enemigo, sino continúen amonestándolo como a hermano.

Si los testigos de Jehová se guiaran por esta exhortación de Pablo  supondría no dar apoyo o no ajustarse a su política de expulsión. Entonces aqui la WatchTower hace una diferencia entre las dos citas bíblicas, En 2 Tesalonicenses  lo clasifica entre el tratamiento de cosas menores a las que no requieren expulsión, y lo ponen en otra categoría aparte a la que denominan señalar, que lleva consigo medidas menos drásticas en cuanto a la actitud hacia los señalados. Por tanto establecen diferencias con respecto a 1 Corintios 5: 9-11. Pero ¿es realmente así? 

El contexto en 2 Tesalonicenses muestra que la falta está en desobedecer la palabra escrita de un apóstol enviado por Cristo. Ciertamente ese no es un asunto menor. Seguramente la organización WatchTower no lo consideraría así, si se tratara de un asunto de pasar por alto sus reglamentos y enseñanzas. En su explicación del texto, en la página 31 de La Atalaya del 15 de Abril de 1985, cita las palabras de Pablo, “dejen de asociarse con él” y dice: Los hermanos no lo evitarían completamente, porque Pablo les dio el consejo de “continuar amonestándolo como a hermano”. Sin embargo, el que ellos limitaran [Note, no terminar] el compañerismo social que sostuvieran con tal persona podría llevarla a avergonzarse...

Lo que La Atalaya no reconoce (o acepta) es que la expresión griega (synanamignysthai) utilizada por Pablo para “dejen de asociarse con” en 2 Tesanolicenses 3:14 es la misma que se utiliza en 1 Corintios 5: 11 en donde la Traducción del Nuevo Mundo vierte “cesen de mezclarse en la compañía de”. Eso se puede observar leyendo la Kingdom Interlinear Translation como se puede ver debajo.


No hay diferencia en la fuerza del término de ambos textos. En ambos casos se urge a los cristianos a evitar tener compañerismo íntimo a nivel personal con aquellos que hayan caído en los errores señalados tanto en 1 Corintios 5 como en la 2 Tesalonicenses 3, de forma que el malhechor pueda sentirse avergonzado. Hasta ahí llega el consejo, no más allá. Se puede ver que, incluso cuando el apóstol habla de quien tiende a disputar al punto de causar división, y quien ha sido advertido repetidamente respecto a eso, el consejo no niega totalmente toda conversación con esa persona. En Tito 3:10 En cuanto al hombre que promueve una secta, recházalo después de una primera y una segunda admonición;


La palabra griega vertida a veces por rechazo, aquí tiene el significado de súplica o dispensarse (Compare el uso del mismo término en Hebreos 12: 25; Lucas 14: 18, 19*). La New English Bible lo traduce "romper con él". De manera que, incluso en este caso, se permite la cortesía habitual en el trato con esas personas, excusándose cortés, pero firmemente de enzarzarse en debate estéril con ellas.


 *Hebreos 12:25 Vean que no se excusen [de oír] al que está hablando. Porque si no escaparon los que se excusaron [de oír] al que estuvo dando advertencia divina sobre la tierra, con mucha más razón no escaparemos nosotros si nos apartamos del que habla desde los cielos.


*Lucas 14:18, 19 Pero todos a una comenzaron a rogar que se les excusara. El primero le dijo: ‘Compré un campo y tengo que salir a verlo; te pido: Excúsame’. 19 Y otro dijo: ‘Compré cinco yuntas de bueyes y voy a examinarlas; te pido: Excúsame’.


En la asociación cristiana existe un amplio abanico para las diferencias personales. Las enseñanzas respecto al papel mesiánico de Cristo, su muerte en sacrificio, su resurrección y glorificación, los beneficios de salvación mediante la fe que de ello se derivan, la operación del espíritu santo y las enseñanzas de Jesucristo y la moralidad eran defendidas fuertemente y se consideraban como algo vital en los miembros de su Cuerpo (Gálatas 2: 4, 5). Pero hasta en esos asuntos como incredulidad con respecto a la resurrección, los puntos de vista erróneos, eran considerados como debilidades en la espiritualidad de los hermanos y se tomaron medidas encaminadas hacia la provisión de ayuda, aportando la prueba necesaria, más bien que enfrascarse en acusaciones sumarias de apostasía y en acciones punitivas llevadas a cabo por una judicatura eclesiástica (1 Corintios 15. 12-57). Todo esta evidencia muestra que la expulsión a la manera de los Testigos de Jehová no tiene una base bíblica. 


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