Los testigos de Jehová enseñan que hay dos grupos
de cristianos con diferentes esperanzas. El primer grupo del que hablaremos hoy
son los que ellos llaman en sus publicaciones “el Israel espiritual, el rebaño
pequeño, ungidos y los 144.000 entre otros términos. De acuerdo a esta
enseñanza estos son los únicos declarados justos como hijos de Dios. Solo a
ellos se le han perdonado sus pecados, solo con ellos Jesucristo ha hecho un
nuevo pacto, por lo que solo para ellos Jesús sirve de mediador ante su Padre.
Además, proclaman que son el único grupo que abriga la esperanza de vivir en
los cielos. De acuerdo a esta enseñanza, desde el año 33 E.C. hasta 1935 todos
los testigos de Jehová han pertenecido a esta exclusiva y privilegiada clase.
Es interesante que cuando buscamos en la Biblia los
diferentes términos como se hacen llamar, no lo encontramos o no aplica en tal
sentido. Por ejemplo, el Israel espiritual está ausente en las escrituras
cristianas, y la expresión “rebaño pequeño” solo aparece una vez, se encuentra
en Lucas 12:32 que dice: “no teman, rebaño pequeño,
porque su Padre ha aprobado darles el reino.” Al examinar el contexto en
el que se dijo estas palabras, encontramos que han tergiversado el verdadero
sentido de lo que realmente dijo Jesús. Él ha estado hablando con sus
discípulos sobre los intereses materiales y los espirituales. Les habla de no
inquietarse demasiado por las preocupaciones diarias de la vida, más bien deben
buscar continuamente el reino que el Padre ha aprobado darles. Solo en ese
sentido mencionó la expresión “rebaño pequeño”. Era apropiado que los llamara
de esta manera por los pocos discípulos que había en aquel momento.
La palabra ungido aparece una vez y unción dos
veces y está relacionada con la relación de todos los cristianos con Cristo. (2
Cor.1:21;1 Juan 2:20,27) Y por último está la frase “los 144.000” que toman de
Apocalipsis 7:4-8; 14:1-5 que dice en parte: “Y oí el
número de los que fueron sellados, ciento cuarenta y cuatro mil, sellados de
toda tribu de los hijos de Israel: … “Y vi, y, ¡miren!, el Cordero de pie sobre
el monte Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que tienen escritos en sus
frentes el nombre de él y el nombre de su Padre. 2 Y oí un
sonido procedente del cielo como el sonido de muchas aguas y como el sonido de
fuerte trueno; y el sonido que oí fue como el de cantantes que se acompañan con
el arpa, tocando sus arpas. 3 Y están cantando como si fuera una canción
nueva delante del trono y delante de las cuatro criaturas vivientes y de los
ancianos; y nadie pudo dominar aquella canción sino los ciento cuarenta y
cuatro mil, que han sido comprados de la tierra. 4 Estos son los que no se
contaminaron con mujeres; de hecho, son vírgenes. Estos son los que van
siguiendo al Cordero no importa adónde vaya. Estos fueron comprados de entre la
humanidad como primicias para Dios y para el Cordero, 5 y no se halló en
su boca falsedad; están sin tacha.”
Cuando examinamos estos pasajes, solo podemos razonar
que se trata de una escena figurativa, no literal. Si tomáramos el número
144.000 de manera literal, tendríamos que hacerlo también con el resto de los
pasajes, es decir que tal número se refiere a israelitas naturales ya que se
escogen 12.000 de cada tribu de Israel. Y además de las aguas, los truenos y
las arpas, también solo serían hombres vírgenes ya que nunca se han
contaminados con mujeres. Serian perfectos porque no se halló en su boca
falsedad. (Santiago 3:2) Los 144.000 cantan una canción delante de ellos
mismos, porque según el libro perspicacia Vol. 1 pág. 137 los ancianos y los
144,000 son lo mismo.
Es absurdo que los testigos de Jehová solo
consideran literal el número de 144.000 y el resto de los pasajes simbólico,
dando como resultado una manipulación arbitraria del texto. Encontré una
posible contradicción en el libro de Apocalipsis con relación a quienes cantan
esta nueva canción, y una clara manipulación del texto por parte de la
Watchtower. En Apo. 5:8, 9 se dice: “Y cuando
tomó el rollo, las cuatro criaturas vivientes y los veinticuatro ancianos
cayeron delante del Cordero, cada uno teniendo un arpa y tazones de oro que
estaban llenos de incienso, y el [incienso] significa las oraciones de los
santos. 9 Y cantan una canción nueva, y dicen: “Eres digno de tomar el
rollo y de abrir sus sellos, porque fuiste degollado y con tu sangre compraste
para Dios personas de toda tribu y lengua y pueblo y nación,”
Ahora veamos cómo se aplica esta cita bíblica en el
libro Apocalipsis… ¡se acerca su magnífica culminación! cap. 15 pág. 85 párr.
14, 17, 18: “¿Cómo reaccionan los demás que están
delante del trono de Jehová? Como las cuatro criaturas vivientes querúbicas
delante del trono de Dios, los 24 ancianos se inclinan delante de Jesús en
reconocimiento de su autoridad. Pero estos ancianos son los únicos que tienen
arpas y tazones de incienso. Y solo ellos cantan ahora una canción nueva.
(Revelación 5:9.) Así, se parecen a los 144.000 del santo “Israel de Dios”,
quienes también tienen arpas y cantan una canción nueva. … La expresión
“canción nueva” aparece varias veces en la Biblia y por lo general se refiere a
alabar a Jehová por algún acto poderoso de liberación. (Salmo 96:1; 98:1;
144:9.) Así, la canción es nueva porque el que la canta puede ahora proclamar
otras obras maravillosas de Jehová y reanudar la expresión de aprecio por Su
glorioso nombre. Sin embargo, aquí los 24 ancianos cantan una
canción nueva delante de Jesús, más bien que delante de Jehová. Pero el
principio es el mismo. Alaban a Jesús por las cosas nuevas que como Hijo de
Dios él ha hecho por ellos”.
Es evidente que mienten de manera descarada cuando
dicen que solo los 24 ancianos son los únicos que tienen arpas y tazones de
incienso. Y solo ellos cantan ahora una canción nueva, cuando Apocalipsis
claramente muestra que también están incluidos las cuatro criaturas vivientes
en el uso de las arpas y tazones de incienso cuando cantan la canción nueva.
Este “esclavo fiel” necesita sin importar lo que diga realmente las Escrituras
que esta cita solo aplique a este grupo de 144.000. Ahora bien, ¿cuándo enseñan
ellos que se completó este número? En realidad, han dado diferentes fechas a
través del tiempo, comencemos con la primera.
Año 1881
Charles T Russell se basó en las medidas en pulgadas
de la Gran Pirámide de Guiza para señalar el año 1881 como la fecha en que
terminó la llamada celestial. En el libro Estudios de las Escrituras. vol. 3
cap.10, pág. 27, 28 escribió: “… ¿qué fecha indicarían
estas diferentes medidas como la del fin de la llamada hacia arriba simbolizada
por la “Gran Galería”?… “Para simplificar tomamos como punto de partida la
fecha errónea de nuestra Era y comenzaremos partiendo de este punto con las
cifras de la Pirámide, pero después restaremos de cada una pulgada y cuarto de
manera que corresponda con nuestra manera habitual de contar el tiempo. Así
restando nos dará (a) 1875-1 ¼ = 1873 y 3/4; (b)1882-1 ¼ =1880 3/4 y (c)l911-1
¼ = 1909 3/4 que resumiendo nos daría para (a) octubre de 1874 para (b) octubre
de 1881 y para (e) octubre de 1910 de nuestra Era.
Estas tres fechas diferentes que indican
el fin están de acuerdo con las que hemos encontrado enseñadas en las
Escrituras a saber que la cosecha o ” fin de la edad” comenzó en octubre de
1874, que la “llamada” propiamente dicha terminó en octubre de 1881. Aunque la
llamada general terminó en 1881 se ofrecería los mismos privilegios durante un
cierto tiempo a algunas personas que serían dignas y que estas últimas tomarían
el lugar de otros llamados antes pero que durante sus pruebas habrían sido
juzgados indignos de las coronas que les habían reservado cuando aceptaron la
llamada.” … ¿No hay una armonía más que notable entre este “Testigo” de piedra”
y la Biblia?”. Las fechas de octubre de 1914 y las de octubre de 1881 son
exactas, …”
Año 1931
Atalaya del 15 de marzo de 1964 pág. 168 menciona: “Se llamó especialmente a los de esta clase celestial antes
de 1931, durante cuyo período Dios extendía solamente una esperanza celestial a
los que se dedicaban como cristianos.”
Año 1935
Atalaya del 1 de noviembre de 1970 pág. 670,
671 cita: “Aun en tiempos modernos, hasta aproximadamente 1935,
continuó saliendo la llamada para traer a los que faltaban de los 144.000, ó el
“resto.”
Atalaya 15 de febrero de 1982 pág. 30 párr. 15 dice: “Cuando consideramos cómo Jehová ha tratado con su pueblo
durante el ‘período de la siega,’ parece obvio que la llamada celestial en
general se completó alrededor del año 1935, cuando se entendió correctamente
que la esperanza de la “grande muchedumbre” de Revelación 7:9-17 es una
esperanza terrestre.”
Atalaya del 1 de febrero de 2002 pág. 20 párr.
6 indica: “El “llamamiento celestial” comenzó en Pentecostés del año
33 E.C. y al parecer terminó, en su mayor parte, a mediados de la década
de 1930” (Heb. 3:1).
Atalaya del 15/2/03 pág. 20 párr. 11 dice: “Para
la década de 1930 quedó claro que, en general, la clase celestial ya había
sido escogida. Los siguientes decenios se han empleado en la búsqueda de las
otras ovejas, que abrigan la esperanza terrenal. Si un ungido se vuelve infiel,
lo más probable es que se llame a alguien de entre las otras ovejas que haya
servido fielmente a Dios por mucho tiempo para ocupar la vacante producida en
el número de los 144.000.”
Cuando examinamos sus publicaciones en lo relacionado
a estas fechas, fácilmente nos damos cuenta del fundamento frágil y antibíblico
de esta enseñanza en particular. Por ejemplo, el año de 1881, que según Russell
era una fecha exacta que marcaba el fin de la llamada celestial, estaba basada
en medidas piramidales hechas por Russell. Y la fecha de 1931, ¿de dónde
se sacó? La respuesta está en la Atalaya del 1 de mayo de 2007 pág. 30 donde se
pregunta: ¿Cuándo termina el llamamiento de los cristianos a una esperanza
celestial? Menciona: “Se pensaba que las doce horas de la parábola
representaban los doce años transcurridos de 1919 a 1931. Así, durante
muchos años se creyó que la llamada al Reino celestial había terminado
en 1931 y que los llamados a ser herederos junto con Cristo durante 1930 y
1931 habían sido “los últimos” (Mateo 20:6-8).
La fecha de1931 también fue un desacierto porque
fue calculada en base a los anticuados tipos y antitipos de Rutherford en la
parábola de los obreros de la viña que aparece en Mateo 20:6-8. Rutherford
también tiene el crédito por haber escogido el año 1935 como el fin de la
llamada celestial. Hay que recordar que en ese año él creo una nueva enseñanza
que le otorgaba a los testigos de Jehová dos esperanzas diferentes. Antes se
creía que todos ellos vivirían en el cielo, los 144.000 como reyes y sacerdotes
y la Gran Muchedumbre como súbditos en la tierra. De manera que la fecha de
1935 se toma como la culminación del llamado de los 144.000 y el comienzo del
recogimiento de esta Gran Muchedumbre. Pero a pesar que era obvio que esta
sería la fecha, se convirtió en un engaño más.
Ahora pensemos, si alguna de estas fechas dadas
como el fin de la llamada celestial, hubieran resultado ser ciertas, hoy
estarían fuera de esa clase todos los “ungidos” de nuestros días, incluyendo al
cuerpo gobernante. Cuando se dieron cuenta de esta incómoda situación, hicieron
un movimiento radical que echaba abajo todo lo que se estuvo enseñando por más
de cien años. La Atalaya del 1 de mayo de 2007 pág. 30 bajo la pregunta
mencionada antes, ¿Cuándo termina el llamamiento de los cristianos a una esperanza
celestial? menciona lo que hicieron: “Por tanto,
parece que no se puede dar una fecha específica de cuándo termina el
llamamiento de los cristianos a la esperanza celestial.” Es
vergonzoso que después de tantos traspiés, siguiéramos creyendo que nuestro
“esclavo fiel” sea un conducto de Dios.
Particularmente cuando yo era testigo de Jehová
nunca investigué la veracidad de nuestras enseñanzas, mucho menos las
cuestioné, la seguía ciegamente como hacíamos y siguen haciendo todos, sin
importarnos a dónde nos llevaban. Ese es el caso en esta enseñanza relacionada
con la terminación de la llamada celestial. Por no cuestionar nada que viniera
de este “esclavo fiel”, pasábamos por alto los aspectos más importantes de una
enseñanza. Para poner un ejemplo sencillo de este hecho, en una reunión de
congregación o en una asamblea, para saber cuántos asistentes hay,
necesariamente hay que contarlos para conocer el número exacto. El poner una
cantidad sin hacerlo sería un engaño. Lo mismo sucede con el número completo de
los llamados 144.000, suponiendo que esta doctrina fuera verdad, para conocer
la fecha exacta de cuándo se completó ese número, sería imprescindible
contarlos a partir de los primeros cristianos, es decir desde el Pentecostés
del 33 E.C. en adelante. Sabemos que eso es imposible, sin embargo, aceptamos
todas las fechas sin preocuparnos de la veracidad de la información. Y así pasa
con todas las enseñanzas de los testigos de Jehová y otras organizaciones
religiosas.
EL GRAN FIASCO
En la Atalaya del 1 de febrero de 1999 pág. 18
párr. 19 se da la siguiente afirmación: El Anuario del 1939 pág. 53 en
inglés comentó: “Los seguidores ungidos de Cristo
Jesús que quedan en la Tierra son pocos en número, y ese número
nunca aumentará.” En las secciones de [Notas] de la
Atalaya se lee lo siguiente: “En 1938 la
asistencia mundial a la Conmemoración fue de 73.420 personas, de las
cuales 39.225 (el 53% de los presentes) participaron de los emblemas.
Para 1998 la asistencia ascendió a 13.896.312, de los cuales
solo 8.756 participaron, un promedio de menos de un
participante por cada 10 congregaciones.”
Hace 80 años que se afirmó categóricamente que el
número de los “ungidos” no aumentaría. De acuerdo a las estadísticas que
aparecen en los anuarios se puede apreciar que desde 1998 hasta 2006 el número
de los que participaban de los emblemas se mantuvo. Por eso tomemos como referencia
los participantes de la Conmemoración en 2006 que fueron 8.758. Contrario a lo
profetizado en 1939, a partir del año 2007 el número comenzó aumentar
progresivamente hasta llegar a la cantidad de 19.521 en 2018 un aumento de
123%, y parece que seguirá esta tendencia. ¿Cómo el cuerpo gobernante ha
tratado de resolver este fiasco?
Una manera ha sido al explicar que parece que
no se puede dar una fecha específica de cuándo termina el llamamiento de
los cristianos a la esperanza celestial. Otra manera está explicada en la
Atalaya de enero de 2016 págs. 25-26 párrs. 12,13 bajo la pregunta ¿realmente
importa el número de los hermanos que toman del pan y del vino?
dice: “Durante décadas, la cantidad de hermanos
que toman del pan y del vino fue disminuyendo. Sin embargo, en años recientes
ha ocurrido lo contrario: el número ha ido aumentando. ¿Debería preocuparnos?
No, por varias razones. Veamos algunas de ellas. “Jehová conoce a los que
le pertenecen” (2 Tim. 2:19). Quienes llevan la cuenta de los que toman
del pan y del vino en las congregaciones durante la Conmemoración no saben
quiénes son en realidad ungidos. El número incluye a los hermanos que
creen equivocadamente que lo son. Algunos de ellos sufren problemas mentales o
emocionales que les hacen creer que reinarán con Cristo en el cielo. Además,
hay quienes antes tomaban del pan y del vino, pero han dejado de hacerlo. ¿Qué
significa todo esto? Que la cifra de hermanos que toman del pan y del vino
no sirve para calcular el número de los ungidos que quedan en la Tierra.”
Este es un argumento hipócrita, porque si es Jehová
el que los conoce y no los que cuentan en la Conmemoración, ¿por qué lo hacen?.
Y si la cantidad de los que toman de los emblemas no sirve para calcular el
número de los ungidos que quedan, ¿por qué lo han estado contando por décadas?
Parece que cuando estaba disminuyendo el número de los que participaban si
importaba para calcular el número del llamado “resto ungido” que quedaba en la
Tierra. La prueba la podemos encontrar en el libro Apocalipsis…cap. 20 pág. 125
párrs. 18-20 dice: “El que en 1935 se les
identificara como la gran muchedumbre de otras ovejas fue una indicación de que
para entonces la selección de los 144.000 estaba casi completa. ¿Apoyan esta
conclusión las estadísticas? Sí, lo hacen. En 1938, por todo el mundo
59.047 testigos de Jehová participaron en el ministerio. De estos, 36.732
participaron de los emblemas en la celebración anual de la Conmemoración de la
muerte de Jesús, indicando así que se le llamaba al cielo. En los años que han
pasado desde entonces, la cantidad de estos que participan de los emblemas ha
ido disminuyendo, principalmente porque fieles testigos de Jehová han terminado
su carrera terrestre al morir. En 2005, solo 8.524 personas participaron
de los emblemas en la Conmemoración… solo 0,05 por ciento de los 16.390.116
concurrentes a aquella observancia mundial.”
Mientras el número de este “resto ungido” estuvo
disminuyendo, sus publicaciones no vieron la necesidad de aclarar que
algunos creen equivocadamente que lo son. Y que algunos de ellos sufren
problemas mentales o emocionales que les hacen creer que reinarán con Cristo en
el cielo. Si este puede ser el caso en algunos de los llamados ungidos, a los
del cuerpo gobernante también debe aplicársele esta regla. En el pasado la
unción provenía de un profeta nombrado por Jehová. Y en el primer siglo se
evidenciaba por el derramamiento del espíritu santo, pero hoy algunos testigos
de Jehová se autoproclaman ungidos cuando participan de los emblemas.
El apóstol Juan hablando de la unción
escribió: “Y ustedes tienen una unción del santo;
todos ustedes tienen conocimiento. 21 Les escribo, no porque no conocen la
verdad, sino porque la conocen, y porque ninguna mentira se origina de la
verdad.” (1 Juan 2:20, 21) Juan dice que los ungidos conocen la
verdad y que ninguna mentira se origina de la verdad. ¿No fueron mentiras la
fecha de 1881, 1931 y 1935? No solo las fechas fueron mentiras, también lo es
la doctrina de los 144.000. Sin lugar a dudas, esta razón muestra claramente
que el cuerpo gobernante de los testigos de Jehová no tiene la unción del
santo.
Hola Israel Leon, Bajé este artículo pra analizarlo detenidamente desde las escrituras. Saludos Leon. Soy Gustavo Elio Moreira.
ResponderBorrarUn excelente artículo... gracias por compartir...
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